Monday, June 12, 2006

Comenzo el Mundial

Ningún otro acontecimiento deportivo logra captar la atención del mundo como lo hace la Copa Mundial de la FIFA.

Desde su primera edición, celebrada en Uruguay en 1930, la competición de la FIFA por excelencia no ha dejado de crecer en prestigio y popularidad.

La singular idea de hacer que las mejores selecciones del planeta compitiesen por el título de campeonas del mundo fue posible gracias a un grupo de visionarios administradores futbolísticos franceses, dirigidos en 1920 por el innovador Jules Rimet. El trofeo original, de oro, recibió el nombre de Jules Rimet y se disputó tres veces en la década de los 30, antes de que la Segunda Guerra Mundial interrumpiese la competición durante doce años.


Tras su reanudación, la Copa Mundial progresó con rapidez hasta adquirir su indiscutible condición de mayor acontecimiento deportivo, de una única disciplina, del mundo moderno. Disputada en Europa y en América sucesivamente desde 1958, la Copa Mundial marcó un nuevo hito cuando, en mayo de 1996, el Comité Ejecutivo de la FIFA decidió que la edición de 2002 fuese organizada conjuntamente por Corea y Japón.

Desde 1930, los 16 torneos sólo han tenido siete campeones distintos. No obstante, la Copa Mundial se ha visto marcada por momentos sorprendentes que han contribuido a escribir la historia del fútbol, como el triunfo de Estados Unidos sobre Inglaterra en 1950, la derrota de Italia ante Corea del Norte en 1966, el ascenso de Camerún en los años 80 o su victoria sobre Argentina, defensora del título, en el primer partido de la edición de 1990.

En la actualidad, la Copa Mundial consigue hipnotizar a todo el público del planeta. El torneo celebrado en Francia en 1998 logró una audiencia global de más de 3.700 millones de personas, de las cuales aproximadamente 1.300 millones siguieron la final. Más de 2,7 millones de espectadores acudieron a presenciar los 64 partidos disputados en los estadios franceses.

Sin embargo, tras todos estos años y después de todos los cambios que se han producido, el centro de atención de la Copa Mundial de la FIFA sigue siendo el mismo: el reluciente trofeo de oro, que encarna las aspiraciones de cualquier futbolista.

Dos años antes de la primera Copa Mundial, celebrada en 1930, las reglas que se acababan de redactar establecían que el campeón recibiría un nuevo trofeo. El escultor francés Abel Lafleur recibió el prestigioso encargo de realizarlo.

El pequeño trofeo tuvo una azarosa existencia. El doctor italiano Ottorino Barassi, vicepresidente de la FIFA, lo escondió en una caja de zapatos debajo de su cama durante la Segunda Guerra Mundial para impedir que cayese en manos de las tropas de ocupación.

Más adelante, en 1966, el trofeo desapareció mientras se exhibía como parte de los preparativos de la Copa Mundial disputada en Inglaterra y, finalmente, fue recuperado por un perrito llamado Pickles, que lo encontró enterrado bajo un árbol. En 1983, volvieron a robarlo, esta vez en Río de Janeiro, y, según parece, los ladrones lo fundieron. La Asociación Brasileña de Fútbol, que había adquirido el derecho a conservar la Copa tras ganarla en tres ocasiones, ordenó que se fabricase una réplica.

El trofeo original tenía 35 centímetros de altura y pesaba aproximadamente 3,8 kilos. La figurilla estaba hecha de plata de ley y chapada en oro y contaba con una base azul hecha de lapislázuli, una piedra semipreciosa. Tenía una placa de oro en cada uno de los cuatro lados de la base, en las que se grabó el nombre del trofeo y el de sus nueve vencedores entre 1930 y 1970.

En 1970, con su triunfo en Ciudad de México, Brasil lograba su tercera Copa Mundial de la FIFA, por lo que adquirió el derecho a conservar en propiedad la Copa Jules Rimet. La FIFA tuvo, pues, que encargar un nuevo trofeo para la décima edición de la Copa Mundial, la de 1974. Se recibieron un total de 53 diseños realizados por expertos de siete países y, finalmente, se optó por elegir la obra del artista italiano Silvio Gazzaniga.


Éste describió su creación del siguiente modo: “Las líneas brotan de la base, suben en espirales y se estiran para recibir al mundo. Desde las singulares tensiones dinámicas del cuerpo compacto de la escultura surgen las figuras de dos atletas en el emocionante momento de la victoria”.

Ningún país podrá conservar definitivamente el trofeo actual de la Copa Mundial de la FIFA, ya que las normas establecen que permanecerá en posesión de la FIFA. El campeón de la Copa Mundial lo conservará hasta el siguiente torneo y, luego, se le hará entrega de una réplica chapada en oro para sustituir el original, de oro macizo.

El nuevo trofeo mide 36.8 centímetros, está hecho de oro de 18 kilates y pesa 6,175 gramos. La base contiene dos anillos de malaquita semi-preciosa, mientras que en su parte inferior están inscriptos los nombres de los ganadores de la Copa Mundial de la FIFA desde 1974.

Solo queda saber quien será el campeón del mundo y quien será el mejor jugador del mundo
yo tengo mi favorito solo queda esperar y ver que pasa.